Compramos los excedentes de producción de pequeños agricultores que cultivan para su propio consumo.
Al trabajar de esta manera, nos aseguramos de no privarles de su sustento y antiguos ritos alimentarios. Entendemos que estos agricultores son los guardianes de la biodiversidad de México y que sus comunidades son ecosistemas que sostienen la vida por sí mismos.
Es nuestra responsabilidad escuchar activamente , observar y estar al lado de las y los agricultores mientras cuidan de su tierra y de su gente.
Honramos las prácticas culturales y rituales que se han transmitido a través de generaciones, y aprendemos de estos poderosos guardianes cada día.
Junto con los y las agricultores calculamos los costos totales de producción y luego acordamos mutuamente en un precio que cubra estos costos y además permita obtener una ganancia neta.
En promedio, las y los agricultores dentro de la red de Tamoa reciben el 33% del precio de venta final.
Las familias
La familia Lorenzo Palma son de los pocos de su comunidad que producen sal, preservando una tradición milenaria a punto de desaparecer.
La Alianza de Cacaoteros de la Selva Lacandona agrupa a 58 familias campesinas. Cada una de ellas posee parcelas biodiversas en las que interactúan el cacao con la vainilla, el cardamomo, la pimienta y otros frutos, además de cultivar la milpa para consumo familiar.
La familia Jiménez se ha dedicado a preservar la biodiversidad de la región del norte de Chiapas en sus cacaotales gracias a los diversos cultivos de temporal que acompañan al cacao.
Oxical produce cal viva desde los 80s, cumpliendo 40 años ofreciendo la cal viva más pura de México, con un enfoque en nixtamalización.
Traspatio Maya es una colectivo que representa una red de productores rurales de la península de Yucatán, que producen, cosechan y venden de manera responsable distintos productos como frutas, vegetales, sal, miel y maíces criollos del sistema milpa.
Traspatio Maya es una colectivo que representa una red de productores rurales de la península de Yucatán, que producen, cosechan y venden de manera responsable distintos productos como frutas, vegetales, sal, miel y maíces criollos del sistema milpa.
Traspatio Maya es una colectivo que representa una red de productores rurales de la península de Yucatán, que producen, cosechan y venden de manera responsable distintos productos como frutas, vegetales, sal, miel y maíces criollos del sistema milpa.
Los chefs, cocineros y tortilleras son fundamentales para el ecosistema alimentario que buscamos cultivar. Su cuidadosa selección de ingredientes y dedicación para crear platillos increíbles son cruciales para hacer realidad la visión de TAMOA.
«El maíz de TAMOA es precioso. Las relaciones cercanas que mantienen con las comunidades agrícolas con las que trabajan son inspiradoras. Abrir cada costal es como encontrarse con las joyas más vibrantes y coloridas de México».
Luna Vela
«Mi larga relación con TAMOA me ha permitido como chef preservar y compartir la biodiversidad cultural y agrícola de México a través de mi cocina y el maíz. La calidad de nuestra comida depende de la fuente de la que proviene».
Gabe Erales
«La dedicación que TAMOA pone en sus productos es evidente no sólo en la calidad de los cultivos, sino también en su vida útil. Estamos muy orgullosxs de trabajar con un distribuidor mexicano que no sólo vende productos mexicanos de calidad, sino que también se preocupa por la cultura, la tradición y el sustento de las personas que los producen».
Zack Wangeman
«TAMOA es parte integral de la familia El Pastor. En primer lugar, nos han suministrado de forma consistente y transparente maíz a precios justos a pesar de las condiciones a veces absurdamente adversas que los últimos ocho años han presentado a ambas empresas. TAMOA lleva la transparencia y la pasión a otro nivel; han educado a nuestros fundadores y a nuestros equipos sobre el maíz criollo (y muchos otros aspectos de la cultura mexicana, culinaria y de otro tipo) de una manera que redefine la noción de hospitalidad. A través de ellxs, hemos conocido, nos hemos sentado a la mesa y hemos sido testigxs de las extraordinarias historias de lxs guerrerxs que dedican su vida a la conservación de este magnífico cultivo».
Crispin Sommerville